Los Antiguos: lugar soñado

Los Antiguos es una localidad del Departamento Lago Buenos Aires de la provincia de Santa Cruz, en la República Argentina.
El lugar fue llamado precisamente Los Antiguos por que allí iban a pasar su vejez los ancianos ("antiguos") patagones de la gran parcialidad ahónikenk quienes llamaron al lugar i-keu-kenk que literalmente significa: "mis antepasados".


Se encuentra a 1056 km de Río Gallegos, en el Noroeste de la provincia de Santa Cruz, en la costa sur del lago Buenos Aires, y a orillas del río Los Antiguos. El entorno está configurado por las estribaciones orientales de la cordillera de los Andes y la Meseta del Lago Buenos Aires.

Pese a que el clima de la zona es frío, el área de Los Antiguos se ve beneficiada por un clima benigno debido a que la población se encuentra a una altitud baja, en una vertiente asoleada y con el influjo moderador de los vientos del cercano Océano Pacífico.
Esto permite que en Los Antiguos se practique una agricultura intensiva, especialmente de frutos agrios: cerezas, frutillas, frambuesas, zarzaparrilla, manzanas; la cereza es la que más se destaca, por tal razón Los Antiguos ha sido declarada la Capital Nacional de la Cereza celebrándose para ello una festividad durante cada enero con jineteadas gauchas, recitales folclóricos, fuegos artificiales y una fiesta de la cereza.

El pueblo está embellecido por acequias de riego que atraviesan las chacras rodeadas de coníferas.
Dadas las intensas nevadas invernales (especialmente entre abril y agosto) las viviendas de la población son en su mayor parte realizadas con techado a dos aguas, lo que le da un aspecto "alpino", reforzado por la presencia de coníferas adornando las veredas y los patios.

En el año 1991, tras la erupción del volcán chileno Hudson, el pueblo se vio literalmente tapado por cenizas volcánicas, perdiendo la totalidad de sus cosechas y ganado, y sufriendo una consiguiente esterilidad del suelo, pronosticada como el punto final de las cosechas en ese lugar. Esto significó una gran depresión económica y emigración de sus habitantes. Sin embargo, y por causas que nadie explica científicamente, en pocos años, sus suelos volvieron a florecer, haciéndolo aún con más fuerza que antes.
Los lugareños prefieren pensar que la presencia de sus antepasados y la elección del lugar, que aquellos hicieron por siglos, como lugar eterno, es lo que dio por tierra todos los pronósticos científicos. Ellos mismos lo cuentan en cada una de las visitas en las que acompañan a los curiosos, como yo, que disfrutan del lugar y sueñan con volver.

El edificio municipal iluminado - Madrugada de Navidad 2007
Todos festejan en la privacidad de la familia y no se ven festejos callejeros

El Lago Buenos Aires desde un ingreso privado - A las 21 hs de la Nochebuena de 2007
Oscurece muy tarde en el verano patagónico

El puente que comunica con el pueblo chileno "Chile Chico"
Desde aquí Argentina y hacia allá Chile

La entrada a una de las principales plantaciones de cerezas
Todas las fincas son explotadas por familias originarias de la zona, la mayoría de raíces europeas

Típico camino del pueblo. Excepto las calles centrales, que son asfaltadas,
todo el pueblo se comunica por calles de tierra con estas características